Vaciad los patios.
Los niños molestan.
Hace tres años que estoy en el colegio salesiano de Rocafort. Me han llegado tres quejas de vecinos al correo electrónico por el ruido. No es inocuo. Es un lamento que pesa. Pesa ante la ley. Una ley que quiere proteger el legítimo descanso de los habitantes de las grandes ciudades. La “urbs” es estresante. El ruido mata, dicen…
Es necesario proteger el silencio. El ruido molesta a los vecinos. Y dice en el e-mail: “No hay ningún día de la semana en que no haya ruidos molestos… Es un patio de vecinos, no un estadio.” Yo contesto: “Cuando quiera, tratamos el tema personalmente. Estoy a su disposición. Tenga en cuenta que estamos hablando del patio de una escuela que tiene 130 años de historia y que siempre ha tenido el patio al servicio de los jóvenes y de las familias del barrio. Es lógico que haya algunos ruidos derivados de su actividad deportiva… con todo, será bueno tener un encuentro con usted para ajustar lo más posible nuestra actividad y causar las menores molestias.” No vino nadie…
Se ofrece una oportunidad de mediación promovida por el Ayuntamiento de Barcelona. Se ve un conflicto de intereses; es necesario armonizar derechos básicos. Hablemos.
Proponemos acciones para disminuir los ruidos: pongamos más redes que amortigüen los golpes de la pelota. Silenciemos los marcadores que acaban de comprar los miembros de la AMPA, prohibamos los silbidos, y limitemos también el horario. Solo actividad diurna, si es necesario.
¡No es suficiente! Dos vecinos se levantan de la mediación… Pero ¡no podemos cerrar los patios! ¡No podemos limitar el horario hasta las 7 de la tarde! ¡Los sábados también hay actividad en el patio! ¡Claro! Partidos por la mañana y el Centro Juvenil por la tarde. ¿Qué es demasiado?
¿Y los niños? ¿No tienen derecho a ser felices, a correr? ¿Y nuestros adolescentes y jóvenes? ¿Y sus retos deportivos? ¿Dónde está la protección del menor? ¿Cerrar? ¿Silenciar a los niños y niñas? ¡Qué disparate!
¿Qué lugar mejor para proteger a los niños y adolescentes de la calle y de sus influencias negativas que un patio de escuela con actividades organizadas?
Final de la película: La autoridad municipal, con su sabio discernimiento, decide cerrar dos pistas. Las dos pistas compartidas con el Esportivo Rocafort. Entidad que las pone al servicio del barrio el resto del tiempo disponible.
Ah, el precinto es mejor hacerlo en verano. El 25 de julio. Una buena fecha. La gente ya está de vacaciones y no se notará tanto. Menos ruido mediático.
Y nos quedamos sin el polideportivo, en plena actividad del Casal de verano. El mejor espacio del que disponemos para hacer deporte, para impartir las clases de educación física, y el patio ideal para tener a los niños cuando llueve lo hemos enviado al rincón de pensar y en silencio. Ya hace dos meses. Pero no se preocupen, llueve poco. ¿Y la clase de Educación Física? Pues en el aula pueden explicar la teoría del baloncesto mientras esperamos que se haga un buen proyecto acústico para el Polideportivo. Un proyecto muy útil para un espacio que ya cumple los límites de decibelios permitidos para la escuela, según la última medición de sonometría realizada por el mismo Ayuntamiento a través de la empresa Audiotec. Una cuestión de tiempo perdido mientras pisoteamos el derecho de los niños a ser niños, y el derecho de los alumnos a ser alumnos.
Que descansen esta minoría reivindicativa de vecinos. Aquellos que acaban de llegar al barrio y que han comprado un piso que da al patio de una escuela. Un centro educativo reconocido que ha sido galardonado con la medalla de oro de la ciudad. 130 años siendo un verdadero pulmón de niños y jóvenes. Que descansen los técnicos que nos han llevado a este disparate absurdo. Que descansen los políticos mientras las paradojas nos conducen por caminos incomprensibles.
Paradoja de la contaminación acústica: Con toda seguridad, el espacio de patio que está más aislado acústicamente y el que menos molesta a los vecinos es el del polideportivo precintado. Esto lo ve incluso un ciego. ¿No ven que no hay ninguna ventana? ¿No ven que todo está cerrado herméticamente? ¿Cuántos pabellones de la Ciudad tendríamos que cerrar si este no cumpliera?
Paradoja de verano: Los técnicos, al ver que han cerrado una parte importante de nuestro equipamiento deportivo, nos dicen: podrían buscar otros espacios en el barrio para hacer estas actividades (educación física…). ¡Gracias! Curioso comentario por venir de quien viene: durante el verano hemos tenido que acoger en nuestro patio y en nuestro comedor el Casal de Calabria 66, organizado por el mismo Ayuntamiento. ¿Dónde están esos espacios alternativos?
Paradoja de los patios abiertos: Los sabios de la Ciudad lo dicen: los niños necesitan espacios para jugar. ¡Abramos los patios de las escuelas durante los fines de semana! ¡Que tengan lugar para correr y jugar! ¡Patios abiertos! En su momento también lo pidieron a esta escuela. No pudimos participar, simplemente porque nuestro patio ya estaba abierto. Eso sí, sin ningún costo para el Ayuntamiento.
Paradoja de las administraciones públicas: los técnicos municipales nos dicen que estas pistas precintadas no son escolares. Son espacios del Esportivo Rocafort. Por lo tanto, no podemos medir la contaminación acústica con criterios escolares. Suena extraño que lo diga el mismo Ayuntamiento que en su momento otorgó el permiso de edificación, sabiendo que eran instalaciones escolares y que la propiedad era y sigue siendo del colegio.
Es paradójico que en la autorización del Departamento de Educación de la Generalitat de Catalunya consten estos espacios como equipamientos escolares necesarios para poder impartir el currículo.
Primero hemos quedado perplejos, después indignados y ahora con un cierto sentido de indefensión.
DEMANDAMOS: discernimiento y reflexión a los políticos; rigor y servicio a los técnicos; paciencia a los profesores y maestros… sacrificio incomprensible a los alumnos. Y implicación a todos.
Que descansen estos vecinos que han conseguido el silencio deseado. “¡Cállate chaval que el ruido del deporte mata!”
¡Vaciar los patios! ¡Los gritos molestan! ¡Niños a jugar con las consolas!
Las quejas las pueden dirigir a quienes nos han llevado a este disparate.
Estimado lector que has llegado hasta el final: No podemos permitir que roben los patios a nuestros niños y niñas. No podemos permitirnos una generación de pantalla y consola que no puede correr y hacer de niño o niña en uno de los mejores lugares: su escuela.
Hoy son nuestros patios. Mañana pueden ser los vuestros.
Firma si estás de acuerdo: https://chng.it/JMyvfCqPWg
¡HAGAMOS OÍR NUESTRA VOZ!
NARCÍS FRIGOLA i RAMIÓ,
titular de la escuela SALESIANS ROCAFORT (Barcelona),
y todos los miembros del EQUIPO DIRECTIVO.
Barcelona, 22 de septiembre de 2024.