
4. Juan sueña el examen que van a hacer 1832
Además de la buena memoria, tenía Juan en su favor ciertas ayudas del Cielo. Y así sucedió que una noche soñó todo lo que al día siguiente le iban a preguntar en el examen. Se levantó y escribió todo lo que había soñado, y lo repasó y se lo aprendió muy bien.
Llegó la hora del examen y Juan lo entregó antes que los demás y estaba perfectamente respondido. El profesor se admiró y le pidió el borrador, y con emoción vio que en borrador había escrito Bosco todo el examen que el profesor había pensado dictar, pero que a última hora recortó, no dictando sino la mitad.
El profesor muy extrañado le preguntó: “¿Y cómo se explica esto?”. El joven le respondió sencillamente: “Es que lo he soñado”. (Con razón sus compañeros lo llamaba “El Soñador”).
Durante 60 años sueña Don Bosco, y lo que sueña se cumple admirablemente. ¿Por qué? No tenemos sino una explicación: sus sueños eran iluminaciones llegadas del Cielo. La vida de San Juan Bosco es un tejido de hechos tan maravillosos que no podemos menos que repetir la frase que la Santa Biblia dice al comentar los hechos milagrosos que Dios obra a favor de Moisés: “La mano de Dios está aquí”.
Como San Juan Bosco no buscaba en lo que hacía y en lo que decía sino solamente la gloria de Dios y la salvación de las almas, por eso Dios intervenía tan maravillosamente en su favor.

